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El principio dialógico o de dialogización.
Posted on viernes, 28 de octubre de 2011 and filed under news , ultimasnoticias , Vanegas . You can follow any responses to this entry through theRSS 2.0 . You can leave a response or trackback to this entry from your site
Hernando Vanegas Toloza.
Hernando Vanegas Toloza.
Entre los principios del pensamiento complejo está el dialógico o de dialogización. Un principio que según Raúl Gómez Marín y Javier Andrés Jimenez, "De los principios del pensamiento complejo",
es un "Principio de conocimiento que une o pone en relación ideas o principios de dos lógicas que de suyo son antagónicas".
Yo no estoy muy de acuerdo con esta forma de mirar las cosas. Yo quisiera más bien que analizaramos las contradicciones según si son antagónicas o no antagónicas, y mirar la forma de resolución que tendrían una u otra. Es evidente que unas contradicciones antagónicas no pueden ser resueltas mediante el principio dialógico, mas bien ellas serán resueltas según el principio dialéctico. Por ejemplo, en la contradicción capitalista-proletariado, que incluye el bucle capitalista-proletariado-capitalismo, no hay ninguna solución dialógica posible. Recurrir al recurso dialógico del amor es imposible ya que ni el capitalista siente "amor" por el proletariado, ni viceversa.
En este caso no es posible la dialogización ya que la única forma de solucionar ese antagonismo es el predominio de uno sobre el otro en la lucha de clases. En el capitalismo el ganancioso es el capitalista ya que él se apropia de la plusvalía producida por el proletariado. La lucha del proletariado deviene en una lucha liberadora a futuro de las ataduras que lo mantienen encadenado al capitalista. Mientras subsistan las relaciones de producción capitalistas el proletariado odia la explotación de que es víctima y, por ende, odia también al capitalista. Por su parte el capitalista hace hasta lo indecible para apropiarse de una parte mayor de plusvalía y "odia" su dependencia del proletariado, en parte por su propia certeza de que él es prescindible.
Esto ha sido tratado de esconder y se ha pretendido mostrar que en el capitalismo se ha llegado a formas "suaves" de explotación (la socialdemocracia es un ejemplo), mas ha sido el propio capitalismo al implantar el Neo-liberalismo quien ha develado la imposibilidad de aplicar el principio de dialogización. Ello es patente en las sociedades que han desarrollado el modelo socialdemócrata (Suecia, etc) en donde los capitalistas están implantando -quizás un poco tardíamente- el neo-liberalismo a ultranza y han procedido a privatizar las empresas del estado, tirando al desempleo a los proletarios, fuerza de trabajo que sufre una mayor de la ya mayor explotación que soportan los proletarios de esos países.
Solo en la transformación dialéctica de las relaciones de producción -capitalistas por socialistas- se podrá dar una solución a las contradicciones antagónicas, o por lo menos a esta. Por mucho que se maquille, por mucho que se trate de esconder, la contradicción está allí, bajo la superficie, subyacente, y saldrá a flote en el primer momento que tenga a bien manifestarse. Incluso, el proletario de Suecia, o Japón, o cualquier país europeo, siempre será visto como proletario por el capitalista, así le hayan colocado a aquel una venda en sus ojos, y siempre será considerado su enemigo de clase. Y viceversa, incluso si el proletario de esos países europeos tiene -como en efecto lo tiene- un nivel de vida que no tiene el proletario de los países latinoamericanos.
Esas contradicciones antagónicas y no antagónicas quizás son más palpables en los casos de los países latinoamericanos. Tomemos el caso de Venezuela, país en donde se anudan bien delimitadas esas contradicciones. La lucha de los proletarios contra los capitalistas es una lucha irreconciliable. Se busca que los proletarios, y con ellos todo su pueblo, destruyan ese modelo de explotación y construyan el socialismo. Con los capitalistas no es posible aplicar el recurso dialógico ya que ellos no cederán en sus pretensiones, jamás. Un capitalista es capitalista hasta la muerte y su meta es y será siempre la explotación de su odiado enemigo de clase, el proletariado.
Por ende, en este caso sólo es posible la solución dialéctica de destrucción de las relaciones de producción capitalistas y la construcción dialógica de las relaciones de producción socialistas. Entre otras cosas porque el proletariado, y con él todo su pueblo, va entendiendo que en esas relaciones de producción hay un elemento que es totalmente prescindible, el capitalista, cosa que es una certeza para el capitalista. No se necesita al capitalista para la producción de plusvalía en la Venezuela de hoy ya que ese papel es fácilmente asumido por el estado, el cual poco a poco va copando todos los espacios que el propio capitalismo va dejando, ya sea por inacción, desidia o por la propia lucha de los trabajadores.
En lo que si se puede aplicar el recurso dialógico es en las relaciones entre el proletariado, el campesinado, es decir, el pueblo. Sabido es que el pueblo venezolano ha sido bombardeado inmisericordemente por la multimedia, lo cual ha conducido a que el pueblo, en un cada vez menor,
porcentaje se alinie con el pensamiento y la visión del explotador. Es así que hay gentes del pueblo que se dicen AD o COPEI, y demás partidos de "oposición", y no tienen la visión de clase explotada por los capitalistas, muchos de los cuales son parte de las cúpulas dirigentes de esos partidos.
Con éstos compañeros si es posible aplicar el principio dialógico ya que sus contradicciones pueden ser resueltas de manera no antagónica, es decir, podemos utilizar el recurso dialógico. No sobra advertir que el principal impulsor de aplicación del principio dialógico ha sido el propio presidente, Hugo Chávez Frías, quien ha llamado al diálogo a los sectores de oposición, entendiendo como oposición a la parte del pueblo contenida en ella y no los capitalistas opositores ya que ellos lo que adelantan es su propia guerra para mantener el statu quo, o sea, mantener la explotación capitalista.
El principio dialógico aplicado en toda su extensión nos permitirá llegar abiertos a las opiniones ajenas al pensar revolucionario y con toda la carga de amor popular ir dando pasos hacia la concientización de los que no lo estén, e inluso los revolucionarios aprenderán cosas de su contraparte para ir haciendo el sumum del pensamiento popular. En este contexto la aplicación del principio dialógico, con toda la carga de su recurso dialógico de amor, sería la expresión más fiel del querer de un pueblo.
En el caso de la Venezuela bolivariana la aplicación del pensamiento complejo conduce a una incertidumbre total. La certeza de la prescindibilidad del capitalista sabida por el propio capitalista -sabemos que la certidumbre conduce a la muerte-, y la incertidumbre de la vida del poletariado y del pueblo en su conjunto -incertidumbre es fuente de vida- conlleva a nuevas relaciones entre los sectores del pueblo. Chávez planteó con una claridad meridiana cuando llama al "diálogo" con los sectores opositores que son del pueblo. No creo que Chávez haya llamado al diálogo a los sectores que están interesados en desarrollar otra intentona golpista contra él.Aquí es necesario preguntarse: Es posible el diälogo con sectores que no estän interesados en él? Es acaso posible un "diálogo de sordos" con los sectores de oposición que no quieren escuchar?
Los sectores capitalistas ciertos de su certidumbre saben de la ineluctibilidad de su futuro. Las intentonas golpistas, los saboteos y demás manifestaciones son formas desesperadas de ir contracorriente al futuro. Nadie más que esos sectores saben que ellos están condenados por la historia. Empujemos el tren de la revolución para ir decretando el entierro del capitalismo a nivel mundial y, en el caso que nos toca, ir sepultando en Venezuela, en latinoamérica y todo el mundo unas relaciones de producción que ya están condenadas por la historia. En ese empuje lógicamente que estaremos desarrollando el principio dialógico con el pueblo de los Estados Unidos. De eso estamos más que inciertamente confiados.